El 2024 llega a su fin, dejándonos reflexiones profundas sobre los cambios y transformaciones que vivimos. Este cierre de ciclo nos invita a mirar al 2025 con nuevos ojos: una mente abierta y la esperanza de un crecimiento continuo, tanto personal como colectivo.
¿Hemos aprendido de lo que nos ha sucedido? Como seres humanos, somos aprendices constantes, pero también necesitamos desaprender con más frecuencia. Desaprender es soltar viejas ideas para dar paso a nuevas formas de entender el mundo.
En este primer cuarto del siglo XXI, hemos presenciado eventos que nos transforman: una pandemia global, la irrupción de la inteligencia artificial generativa, y una sociedad que ya no es líquida, sino gaseosa, desbordante e impredecible.
Recibamos el 2025 con una intención clara: seguir aprendiendo y transformándonos. Porque aprender no es solo adquirir conocimientos, es una reafirmación de nuestra humanidad y nuestra capacidad de crecer frente al cambio.
¡Feliz Año Nuevo! Que este sea un tiempo de oportunidades y aprendizajes significativos para todos.