Sigo en el MOOC #EduExpandida. Es hora de dejar las sillas vacías. De salir. De expandirnos.
¿A ustedes también les llama más la atención la práctica que la teoría? Ese es mi caso. Esta semana he comenzado a leer el libro Educación Expandida, publicado por Zemos 98. Debo decir que celebro que exista una publicación tan precisa sobre el tema.
He iniciado con algunos apartes y aunque no niego su importancia tengo que decir que es un poco teórico. Durante mi formación académica también me encontré con documentos epistemológicos sobre educación y debo reconocer que tengo que doblar mi esfuerzo para leerlo y comprenderlo.
También encontré la referencia al Banco Común de Conocimientos y para mí fue como música a los oídos. La teoría hecha práctica. La ejecución real, vívida, concreta de un caso de Educación Expandida. Y para completar la actividad de esta semana, me permito responder a la pregunta cómo podría incorporar el BCC en mi práctica.
Para comenzar creo que lo haría en el colegio donde trabajo como docente de Lengua Castellana, y el equipo organizador sería los estudiantes de grado undécimo. Con ellos estamos terminando un proceso de Aprendizaje Basado en Productos, y este cambio, creo, les vendría muy bien.
Una vez presentada la idea y asimilada por todos, procedería a reunir información importante para iniciar: ¿Qué quieres aprender?, ¿Qué quisieras enseñar? Oferta y demanda. Los estudiantes que participarán en la actividad serán los estudiantes de grado noveno y grado undécimo. Cada estudiante puede postular 5 elementos para aprender y 5 para enseñar.
En tercer momento estaría centrado en la publicación de las necesidades de aprendizaje. Este punto lo haría de manera anónima. Es decir, se publica lo que los estudiantes quieren aprender sin publicar el nombre de quien postuló el deseo de aprender. Esto le daría un elemento de expectativa tanto a quien crea el producto de enseñanza como a quien lo espera recibir.
Los requisitos para responder a las necesidades de aprendizaje son: trabajar en equipos de dos personas, y generar un producto audiovisual tipo video, de máximo 5 minutos con la respuesta a la necesidad. El uso de sus smartphone será fundamental.
Los estudiantes tendrán la oportunidad de utilizar el tiempo de clase como espacio de taller para la elaboración de los productos de respuesta. Otro requisito es que todos los estudiantes deben trabajar en por lo menos un producto de respuesta.
Un elemento que podría darle otro toque es la inclusión de los padres de familia. ¿Y si algún papá tiene una solución a una necesidad de aprendizaje? ¿Y si padre e hijo pueden unirse para elaborar un producto de respuesta?
El siguiente paso, es la publicación de los productos de respuesta. Este ejercicio se hará mediante una feria del BCC. Los estudiantes buscan sus productos de repuesta y al mismo tiempo van encontrando que otros productos le son llamativos.
Para terminar se generaría un ejercicio de evaluación de toda la actividad. La evaluación estaría centrada en el proceso y en la elaboración del producto de respuesta. El instrumento de evaluación sería una rúbrica previamente creada con los estudiantes organizadores.
Esta implementación puede dar muchos resultados. Las ideas van y vienen. Creo que los resultados podrían ser muy acertados dado que este ejercicio está centrado en los deseos del estudiante: qué quiere saber, y que quiere y puede enseñar. Así mismo requiere que el estudiante ponga en práctica habilidades sociales y competencias académicas para poder elaborar un producto de respuesta excelente.
La iniciativa BCC es un manera de realizar, de manera efectiva, Educación Expandida. Porque todos sabemos más que lo que sabe cada uno, porque el conocimiento se puede compartir. Porque fuera del aula y fuera del currículo también se puede aprender.
Qué bueno encontrar la teoría aplicada. Ahora que tengo en mente el cómo regresaré a la lectura teórica respectiva. Además esta implementación es una salida del salón, del aula. Es dejar las sillas vacías pero nunca la cabeza.